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5 Razones para aprender Mandarín

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Cinco razones para aprender Mandarín

Mandarín. Ese idioma que aún nos suena a ciencia ficción, a algo que nos queda muy lejano. Y es que cada vez que alguien nos propone estudiar chino mandarín parece que nos esté retando a escalar el Everest. Toda una hazaña vamos. Porque aunque sabemos que el chino año tras año va ganando importancia, tendemos a pensar que aprenderlo es una aventura digna de Indiana Jones. Pues que sepas que no tanto.

¿Cuántas veces nos han repetido que el chino es el idioma más difícil del mundo? Pues mentira, y de las grandes. Sin embargo, solemos utilizar este argumento tan usado para no realizar Tomar un curso de Mandarín, aunque nos digan que es uno de los idiomas más importantes del mundo, que te asegura un puesto de trabajo y demás bla bla bla. Pues precisamente hoy queríamos hablarte de ese bla bla bla, reuniendo en este artículo los principales motivos para aprender chino mandarín.

1. La importancia del chino en el mundo

Nos encontramos ante el idioma más hablado del mundo, con más de mil doscientos millones de hablantes (1/5 parte de la población mundial); es el segundo más utilizado en Internet, y la lengua oficial de la segunda potencia económica mundial. ¿Te parece poco?

¡Pues aún hay más! Los expertos señalan que en pocos años el chino se convertirá en el idioma oficial de todo Asia (ahí es nada). No por nada es una de las lenguas más útiles que aprender en toda escuela de idiomas.

2. Te abrirá las puertas de muchas empresas

Cada vez más, las compañías (las grandes, sobre todo) valoran que sus candidatos sepan Mandarín. Dado que China es la segunda potencia económica mundial, las corporaciones tratan de establecer un mayor número de acuerdos comerciales con este emergente país, para lo que necesitan personal que pueda negociar con ejecutivos y directivos de dicho país.

Además, ten en cuenta que la comunidad china es bastante grande en Costa Rica  (y cada día su trascendencia va en aumento), por lo que incluso las pequeñas compañías, hoteles y el sector restauración en general, comienzan a buscar personal capaz de defenderse en este idioma.

3. Mentalmente desafiante

Aprender un nuevo idioma es bueno para tu salud mental. Desarrolla la memoria, potencia la creatividad y facilita la capacidad multitarea. Más aún si se trata del mandarín.

Al ser un idioma tan diferente con respecto a otros, aprender mandarín será una tarea todavía más estimulante para tu cerebro. Por otra parte, y en la misma línea, dominar su caligrafía será toda una experiencia, ya que más que letras, estarás escribiendo símbolos, signos, dibujos incluso. Es por eso que muchos expertos sostienen que este idioma fomenta el desarrollo de las habilidades artísticas.

4. No tan difícil como puede parecer

En el chino no existe género, ni plural, y los tiempos verbales son mucho menos complejos, al igual que su gramática en general. Su dificultad radica principalmente en los ideogramas que componen el alfabeto chino y en su fonética (problema que puedes solucionar utilizando el alfabeto fonetico o Pin Yin). De todos modos, se calcula que en tan sólo en menos de un año el estudiante aprende las 500 palabras que son necesarias para tener un nivel básico.

Además, encontrar un centro de estudio es bastante fácil hoy en día solo basta con poner en internet aprendamandarín.com y lo encuentras al instante.

5. Una forma de conocer la cultura asiática

Solemos decir que aprender una lengua no sólo sirve para entendernos con otras personas. Y lo decimos porque es verdad. Conocer un nuevo idioma nos permite entrar en contacto con su literatura y filosofía, su cine y su música. Y en el caso del mandarín todo esto es aún más cierto si cabe.

La cultura e historia china (y de Asia también) suelen ser unas grandes desconocidas para nosotros, los occidentales. Ni nos las enseñan en la escuela ni solemos aprenderlas tampoco fuera de ella (por ejemplo, ¿te has parado alguna vez a pensar de dónde viene la palabra “China”? Conocer su idioma nos permitirá leer sus libros, ver sus películas y entender sus costumbres.

Motivos hay, y muchos, para ponerse a estudiar Mandarín. Asunto bien diferente es que no quieras. Pero por favor, si este es tu caso, no utilices la excusa de “es que es muy difícil”. Ya hemos desmitificado ese argumento, así que tendrás que sacarte otro as debajo de la manga.

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